lunes, 28 de mayo de 2007

Religión y Gobierno

Para algunos se requiere constatar la presencia de una fuerza militar para poder probar la existencia de la organización política estatal, pero el primer Estado no poseía enemigos con los cuales pudiera combatir, su poder radicaba en la capacidad para unir a distintas comunidades en una misma ideología.
La religión fue la fuerza que usó el primer Estado para implantar la disciplina laboral y social. Los gobernantes eran sacerdotes, administradores y científicos, eran los encargados de las diversas ceremonias; dirigían los actos y rituales públicos, preparaban los trabajos colectivos y administraban los bienes recaudados, cotejaban los datos astronómicos y elaboraban los calendarios para ajustar las actividades pueblo. Por otro lado, los agricultores y pescadores reconocían el poder de sus gobernantes pagando tributos en sobretrabajo, mercancias y servicios, en beneficio de la clase dirigente.
Se tenía la certeza popularizada que los disoses les habrían enseñado a reparar sus chacras, trazar sus canales, sembrar las plantas y construir sus hitos; por lo cual era necesario realizar rituales propiciatorios y cumplir con el calendario de ceremonias y ritos al sol, al agua y a la tierra. Todas las actividades, domésticas, de producción, de construcción, administrativas y gubernamentales realizadas en Caral, están de una u otra forma relacionadas con ofrendas, ceremonias, rituales y sacrificios.
En las distintas edificaciones, ya sean residenciales o públicas, se puede observar la presencia de fogones, usados para la quema de ofrendas; costumbre generalizada que consideraba al fuego como medio para comunicarse con los dioses. La gran cantidad de templos y las constantes remodelaciones que se observan, evidencian un sistema religioso dinámico, en constante renovación y, al mismo tiempo, el poder social de la religión y el voluminoso trabajo invertido por los pobladores con el fin de alcanzar el favor de los dioses.
Se han hallado distintas ofrendas en contextos ceremoniales y en los rellenos de las construcciones:
-Estatuillas de arcilla sin cocer, a manera de entierros simbólicos, generalmente representando a mujeres relacionadas con rituales de propiciación o fertilidad.
-Textiles y cestos quemados.
-Alimentos quemados.
-Cruces tejidas u “Ojos de Dios”.
-Entierro de niños o adultos, algunos ataviados con collares y vestidos, indicadores de una alto estatus.
-Cuentas, lascas o fragmentos de piedras semipreciosas.
-Spondylus y cuarzo.
-Hojas y mates.
-Vegetales entrlazados.
-Bollos de hojas de sauce.
-Conchas de choro mytilus con cabellos humanos y cuarzo.

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